Pocas compañías cinematográficas abordan el tema de la piratería con el rigor de la compañía Third World Media.
Third World Media, un estudio porno con sede en el norte de Los Ángeles, presentó una demanda hace dos semanas en contra de 1,568 individuos anónimos, acusándolos de usar redes de intercambio "peer to peer" para compartir copias ilegales del show pornográfico "Miss Big Ass Brazil #4".
Los abogados de la compañía mencionaron en la presentación de la demanda del 4 de Octubre que “cada uno de los actos de los acusados fueron de forma deliberada, intencional y sin tener en cuenta los derechos del demandante”.
La demanda se produjo apenas dos semanas después de que la misma compañía TWM presentara una denuncia en contra de otros 1,143 acusados anónimos en la corte de distrito de E.U.A ubicada en Virginia del Oeste correspondiente a otra película para adultos. Lo que es más notable en estas demandas es que TWM es la compañía que presenta quejas de derechos de autor en contra de un número mayor de personas en comparación a otras compañías de giro similares, y además, presenta las denuncias en diversas cortes alrededor del país anunciando que realizará más al respecto.
Los acusados son nombrados con el alias "John Does" porque el estudio investigará su identidad después de solicitar los registros de los proveedores de servicio de internet (ISP) de cada persona, es decir, si usted ha descargado ilegalmente "Miss Big Ass brazil #4" o cualquier otra película de dicha compañía, el estudio parece estar preparándose para llevarlo a la corte de justicia.
Este es sólo el último intento por parte de las compañías de películas para adultos y estudios de cine independiente para seguir la lucha en contra de la piratería, en los hogares de la gente que "clona lo contenidos digitales" y trata de esconderse en internet. Desde 2008, cuando la industria de la música se dio por vencida en la presentación de demandas en contra de personas que compartían música ilegalmente, los litigios en contra de personas que compartían archivos parecían no ser más que una amenaza.
Sin embargo, la industria pornográfica parece seguir el ejemplo de la firma de abogados Dunlap Grubb y Weaver , que en enero comenzó a presentar quejas en nombre de los estudios de cine independiente y comenzó una tendencia de nombrar a miles de acusados que comparten archivos ilegales como acusados en juicios individuales.
Lo que hace la diferencia entre los demandados por estudios de cine independiente y aquellos acusados por la industria pornográfica, es que los que comparten pornografía son más estigmatizados que aquellos que son acusados de compartir una película como "The Hurt Locker".
Cindy Cohn, directora legal de la Fundación Electronic Frontier (EFF), un grupo de defensa de compañías tecnológicas y de usuarios de internet, cree que este tipo de amenazas anónimas son una estafa.
"Las personas se preocupan no tanto por ser demandados, sino que sus nombres se vean implicados en esto y sean erróneamente acusados" dijo Cohn, quien ha liderado la oposición del EFF para las demandas de Dunlap y los estudios pornográficos. "Hay mucha presión para que la gente pague por el desistimiento de demanda cuando se le acusa de casos de pornografía hard-core o pornografía gay”.
En la demanda presentada en California, todos los casos de piratería parecen haber ocurrido entre marzo y julio de este año.
Al parecer todos los acusados son estadounidenses y están registrados en un rango de Proveedores de Servicios de Internet, en el que se encuentran empresas líderes como: Comcast, AT&T y Verizon. Además de un grupo de pequeños proveedores locales (Cablespeed Maryland, Midcontinent Communications y Alaska Communications System Group, entre otros), proveedores de servicios del instituto de tecnología de Massachusetts, Darmouth College, la Universidad Central de Florida, la Universidad de California en Riverside y la junta de regentes de Tennessee.
Luis Svendsen, consejero general de la junta de regentes de Tennessee, dijo en un e-mail que su oficina no tenía conocimiento de la reclamación de derechos de autor hasta que fue contactado por CNET diciendo: "Apenas estamos empezando nuestra investigación y no se tiene ningún comentario en este momento".
Otra manera en que las demandas de Dunlap y la industria pornográfica pueden diferir de los intentos previos de demandas a individuos, es que los propietarios de los derechos de autor parecen tener información poco precisa, dijo Cohn. La EFF ha visto un alto número de falsos positivos evidentes, de acuerdo con ella.
"Nosotros consideramos que aparentemente ciertas técnicas de investigación empleadas por algunos propietarios de derechos de autor no son muy buenas", dijo Cohn.
En este punto, al menos, la industria de las películas para adultos no parece estar dando marcha atrás. En el mes pasado, el mismo día en que TWM presentó su demanda de derechos de autor, otros tres estudios pornográficos presentaron demandas casi idénticas en la corte federal de Virginia del Oeste. (IA)
Fuente: cnet news GC/GC
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