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Tres directivos de una empresa de desarrollo de software no identificada han sido arrestados por acusaciones de sembrar “bombas lógicas” en el software para que los clientes se vieran obligados a pagar las reparaciones perjudiciales y ampliar contratos de mantenimiento.

La Guardia Civil dijo que más de 1000 clientes de desarrollo en Andalucía fueron afectados por la estafa desde 1998. La compañía sin nombre vendió software a pequeñas y medianas empresas con este tipo de errores incluidos para garantizar que fallara en determinada fecha.

Estos errores podrían “paralizar el funcionamiento normal de los negocios” y obligar a los clientes a contactar a sus proveedores, quien les proporcionaría costos para hacer las reparaciones y extender el soporte. En el curso de las reparaciones, el desarrollador programaría nuevamente los sistemas para fallar en una fecha futura.

Una pista anónima vía Web llevó a la Guardia Civil a una investigación y subsecuente operación, en la que el equipo de cómputo y registros fueron preservados para su análisis. La investigación –cuyo nombre clave es Operación Córdoba- se ha dirigido por la división de alta tecnología de la Guardia Civil en cooperación con la policía local en Córdoba.