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Dejemos a un lado todas las ventajas de usar los servicios de las redes sociales y enfoquémonos en su lado obscuro. La mayor parte del tiempo, los usuarios ni siquiera se dan cuenta de la cantidad de información privada que comparten por medio de los servicios de redes sociales. Hay historias de gente que fue robada después de anunciar en Facebook o Twitter que estaban de vacaciones, pero los problemas no terminan allí.

El Dr. Herbert Thompson, en la Conferencia Europea RSA de 2009, habló de como los atacantes están lanzando ataques innovadores en contra de individuos y compañías que usan información que se comparte en canales públicos de redes sociales.

El Dr. Thompson dio ejemplos de la vida real, donde fue capaz de entrar en cuentas en línea de varias personas (con su permiso evidentemente). El no utilizó herramientas completas de hacking, sino que sólo se enfocó en la información que estaba disponibles públicamente.

El problema es más grande cuando te das cuenta de que puede ser que ni siquiera seas tú quien divulga la información. Tal vez seas el tipo de persona que no usa Facebook, no tiene un blog y evita ser fotografiado. Al mismo tiempo, la respuesta a la pregunta secreta de tu correo electrónico puede ser: "Cuál es el nombre de pila de mi mamá- Este tipo de información puede ser compartido por otras personas que conoces y se podría convertir en un problema de seguridad.

La lección que debemos aprender es que la higiene social no depende necesariamente sólo de la información que compartes, sino también de todas las personas que te rodean. Si tú no tienes una página en Facebook, pero un amigo tuyo publica en su post información personal tuya, eso puede volverse en contra tuya.

En estos tiempos, no solamente debemos controlar lo que hacemos en línea, sino también la información que otros hacen disponible en línea.

¿Debemos establecer un conjunto de políticas de seguridad para nuestros amigos- Claro, esa sería una medida difícil de implementar.

Por Mirko Zorz

Traducido por David Bernal