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Los criminales en Italia cada vez más realizan sus llamadas por Internet para evitar ser atrapados por intercepciones en los teléfonos móviles, advierte la policía.

Oficiales de Milán dicen que el crimen organizado, traficantes de armas y drogas, del negocio de la prostitución han volteado hacia Skype para frustrar las investigaciones en su contra.

La policía dijo que el sistema de encriptado de Skype es un secreto que la compañía se niega a compartir con las autoridades.

Los investigadores se han vuelto cada vez más dependientes del monitoreo de conversaciones en los años recientes.

Las autoridades de Milán han subrayado el problema que representa Skype para cumplir con su labor.

Dicen tener la referencia de un sospechoso de tráfico de cocaína sugiriendo a un cómplice el usar Skype para obtener detalles de una transacción de 2kg.

Los investigadores dicen que el poder de interceptar llamadas telefónicas se ha vuelto una herramienta esencial para la policía, la cual gasta muchos millones de euros cada año para rastrear al crimen mediante el monitoreo de líneas y teléfonos móviles.

Pero la ley quizás esta por cambiar.

El primer ministro Silvio Berlusconi y su gobierno de derecha buscan aprobar una enmienda que restrinja la interferencia de líneas telefónicas sólo para los crímenes más serios.

Muchos de los reportajes sobre el crimen en los medios italianos se basa en información que se ha filtrado de los políticos, incluyendo al mismo Berlusconi, que para su vergüenza han visto como conversaciones privadas en ocasiones se han filtrado a la prensa.

Bajo la nueva ley, el reportar detalles de las investigaciones criminales obtenidos mediante la intercepción de líneas se vuelve ilegal hasta que haya dictado un veredicto sobre el caso.

Dada la extrema lentitud de la justicia italiana, esto significaría que los detalles de caso que actualmente se encuentran ante la corte serían reportados hasta 15 años después.

No solamente los periodistas italianos han protestado sobre la nueva disposición, ya que se realiza un enardecido debate sobre este asunto desde el cuerpo más alto de administración de justicia, en el Supremo Consejo de la Magistratura, compuesto por los jueces de más alta jerarquía.