Una ley fue aprobada la semana pasada que toma como ofensa iniciar un ataque DoS en el Reino Unido, castigado con 10 años de prisión.
Había preocupación del mal uso de la ley que permitía a los ataques DoS caer en alguna laguna jurídica. Estos son ataques en los que un servidor Web o de correo electrónico es inundado deliberadamente con información con la finalidad de colapsarlo.
La legislación de 1990 describe como ofensa cualquier acto con intención criminal "el cual cause modificación no autorizada de contenido de cualquier computadora"; la cuestión era cuál cubre los ataques DoS.
En Noviembre del 2005 se dio un caso cuando un adolescente envió cinco millones de correo electrónico. El abogado de este joven argumentó con éxito que el propósito del servidor de la compañía era recibir correo electrónico y por consiguiente la compañía había consentido recibirlos y sus respectivas modificaciones en datos. El juez de distrito dictaminó que el envío de correo electrónico es un acto autorizado así que no hubo delito que perseguir.
La ley de 2006 amplia la ley de 1990 modificación sobre modificación no autorizada de material de cómputo para penalizar a alguien que realice un acto no autorizado en relación a una computadora con el "intento requerido" y el "conocimiento requerido".
El intento requerido es un intento de realizar el acto en cuestión y realizando lo siguiente:
El intento no requiere ser directo a alguna computadora en particular o a algún programa o datos en particular.
Cualquier persona que lance un ataque es un crimen, con una pena máxima de 10 años en prisión. Proveer las herramientas para realizar un ataque u ofrecer acceso a una botnet puede ser castigado con más de 2 años de prisión.
Fuente: The register ERI/JJR
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