Ministro de Relaciones Exteriores de China negó las acusaciones de que el país apoye ataques cibernéticos.

El Ministro de Relaciones Exteriores de China hizo un llamado a las naciones a cooperar en la seguridad de Internet en lugar de propiciar una guerra cibernética, negando las acusaciones de un reciente informe que dice que el ejército del país está detrás de los ataques.

"El ciberespacio no necesita una guerra, sino reglas y cooperación", dijo el ministro exterior Yang Jiechi durante una rueda de prensa. "Nos oponemos a que el ciberespacio se convierta en un nuevo campo de batalla y a usar el Internet como una nueva herramienta para interferir en negocios internos de otros países."

Yang es hasta ahora, el más alto funcionario chino en comentar sobre las recientes acusaciones de que un gran número de ataques de hackeo contra empresas extranjeras, procedían de China. Las reclamaciones se detallan al mes pasado en un informe de la firma de seguridad Mandiant de EUA, que trazó los ataques cibernéticos a lo que decía es probablemente una unidad militar de China con sede en Shanghai.

Durante la rueda de prensa del sábado, se le pidió a Yang que comentara sobre el asunto y dijo que las acusaciones de hackeo no fueron suficientemente fuertes durante el litigio. "En términos de seguridad en Internet, China es un grupo vulnerable y es uno de los países que se enfrenta a los ataques cibernéticos más graves", dijo.

Yang añadió que China ha promovido continuamente establecer "paz y seguridad" en Internet y apoyó las normas sobre la materia en la ONU: "Espero que las partes concernientes detengan los ataques irresponsables y críticos y que en su lugar, tomen medidas prácticas para promover la confianza mutua y la cooperación", dijo.

Los funcionarios chinos han sido cuestionados continuamente sobre cualquier participación en los ataques cibernéticos, pero la nación a menudo es nombrada como el origen destacado en intentos de hackeo. En 2011, el proveedor de seguridad de McAfee, también lanzó un informe que afirma que un proveedor de servidores chino había asistido a hackers para robar datos de empresas extranjeras.