La seguridad es un campo minado en este momento. Las contraseñas deben ser difíciles de adivinar, está el uso de la autenticación de dos factores y existe la proliferación de aplicaciones para controlar el acceso a los servicios. Todo ello se suma a una cantidad cada vez mayor de soluciones de seguridad que debemos gestionar. La biometría entra a sustituir la autenticación de seguridad con un aspecto único del usuario, su cuerpo, ya sea una huella digital o el iris.

Ahora se agrega a la autenticación biométrica el registro de los ecos sonoros únicos creados por el oído, desarrollado por NEC Corp en colaboración con la Universidad de tecnología de Nagaoka. Se dieron cuenta de que la forma de la cavidad del oído es diferente en cada individuo y, por lo tanto, produce un eco de sonido único con el equipo adecuado. El equipo, en forma de un auricular, contiene un altavoz y un micrófono. 

Un individuo lleva el auricular como normalmente lo haría para escuchar audio personal. Cuando se requiere un control biométrico, varios cientos de milisegundos de señales de audio se emiten por el altavoz en la oreja. Las señales viajan a través del conducto auditivo externo, el tímpano, el oído medio y el oído interno. El micrófono capta las señales de audio reflejadas, que son únicas y pueden ser comparados a una grabación. Si los dos coinciden la persona que lleva el audífono puede ser verificada, esta acción tarda menos de un segundo para verificar la coincidencia.