Oficiales estadounidenses creen que otro delator está filtrando documentos confidenciales, manejando revelaciones de alto perfil similares a las del ex colaborador de la NSA, Edward Snowden, de acuerdo a algunos informes.

Una fuente del gobierno federal confirmó esta conclusión a la CNN, posteriormente el sitio de Glenn Greenwald The Intercept publicó una nueva historia basándose en documentos de seguridad nacional filtrados.

El artículo en cuestión afirma que 40% de las personas en una lista gubernamental de terroristas, con 680 mil nombres, en realidad no tienen afiliación a un grupo de terroristas reconocido, lo que plantea la pregunta ¿Por qué todavía están en la lista-

Asimismo, una lista de prohibición de vuelos para evitar que la gente viaje a los Estados Unidos ha crecido a 47 mil nombres, el número más alto desde que la lista fue creada hace 13 años.

Ambas listas son parte de una base de datos más grande, conocida como TIDE (Terrorist Identities Datamart Environment), incluye datos biométricos de más de 700 mil sospechosos, tienen acceso a ella organismos como la CIA, la NSA y el FBI.

Como era de esperarse, el informe evita nombrar al delator, en lugar de eso se refiere a "una fuente en la comunidad de inteligencia". Sin embargo, Greenwald ha insinuado recientemente que otro Snowden existe en la comunidad de inteligencia.

En respuesta a un tuit de Bruce Schneier, el 4 de julio: "creo que hay un segundo delator de la NSA",  Greenwald escribió: "parece claro en este punto".

Aún no es claro cuántos documentos ha compartido el supuesto delator y qué impacto podría tener en la administración de Obama y en la posición de Estados Unidos respecto al mundo. Sólo se sabe que los documentos son secretos y que no deben ser compartidos con otros gobiernos, es decir, estos documentos están un nivel debajo de los documentos filtrados por Snowden.

Estados Unidos ha pagado un alto precio debido a las revelaciones de Snowden, sobre todo en su relación con China. Frecuentemente Estados Unidos reclama a China por espionaje, pero tras las revelaciones de Snowden, fue el gobierno chino quien quedó como víctima de ataques cibernéticos. Esto al parecer dio lugar a una represión de productos de tecnología hechos en Estados Unidos.

Las ventas gubernamentales de Windows 8 fueron prohibidas y recientemente People's Daily publicó que los productos de Kaspersky Lab no permitieran venderse a clientes del gobierno central.