Ryan Gallagher y Glenn Greenwald de The Intercept reportaron archivos clasificados que muestran "nuevos detalles respecto a la inovadora forma de vigilar que la NSA ha desarrollado para infectar a millones de computadoras alrededor del mundo a través de malware".

Las inyecciones serían parte de una expansión que eliminaría las intervenciones manuales en los procesos de intrusión no autorizada, dejando la intrusión masiva a cargo de sistemas automatizados. La infraestructura de apoyo del nuevo programa correrá fuera de las instalaciones de la NSA en FortMade, Maryland; en la Unión Británica y en Japón.

De acuerdo a lo que menciona el reporte, los implantes fueron originalmente destinados a unos cientos de objetivos específicos, pero a través de automatización y mejoras estructurales, TURBINE (código dado al sistema) ahora "permitirá que un implante de red se multiplique a mayor escala en la web para infectar a millones", a través de un sistema que controla automáticamente los implantes de grupos, en vez de hacerlo individualmente.

"Cuando se haya desplegado el malware en los sistemas, potencialmente se crearán nuevas vulnerabilidades en el mismo, haciéndolos más propensos a ataques de terceros", mencionó Mikko Hipponen, jefe de investigación de la empresa de seguridad Finlandesa, F-Secure. "Suena como a infección y vigilancia al por mayor".