Fiscales de Nueva York han levantado cargos a 13 miembros de una banda acusada de robar $2 millones de dólares a los clientes de las gasolineras utilizando skimmers (dispositivo utilizado para clonar tarjetas bancarias) con Bluetooth ocultos en el interior de cajeros los automáticos.

Los fiscales dijeron que, después de robar los datos de las estaciones de servicio Raceway y Racetrac en Texas, Georgia y Carolina del Sur con la ayuda de dispositivos indetectables, las tarjetas fueron clonadas para permitir a los acusados retirar dinero de los cajeros automáticos de otros estados.

Entre marzo de 2012 y marzo de 2013, los miembros de esta agrupación criminal robaron 2.1 millones de dólares de cajeros automáticos en Manhattan, California y Nevada; asegurándose de que cada transacción se encontrara bajo el límite de $10,000 dólares para evitar ser descubiertos por el control de fraudes. El dinero fue depositado en 70 cuentas bancarias diferentes, como parte de un intento de lavar las ganancias obtenidas.

Cuatro de los 13 acusados --fueron seleccionados por su particular importancia: Garegin Spartalyan de 40 años, Aram Martirosian de 34, Hayk Dzhandzhapanyan y Pescante Kudugulyan de 42 años. A pesar de los apellidos de origen caucásico, la acusación afirma que la mayoría de los 13 detenidos nacieron en Estados Unidos.

"Mediante el uso de dispositivos de skimming instalados dentro de las bombas de las gasolineras, los demandados --son acusados --de impulsar el delito de más rápido crecimiento en el país," dijo el Fiscal del Condado de Nueva York, Cyrus R. Vance Jr.

"Los criminales cibernéticos y los ladrones de identidades no están limitados a ninguna región geográfica, puesto que trabajan por todo el mundo detrás de sus computadoras. En este caso, los demandados son acusados --de robar información de identificación personal de víctimas en estados del sur, de usar tarjetas bancarias falsificadas en la costa este y de retirarar las ganancias robadas en la costa oeste.

"Mi Agencia de Delitos Cibernéticos y Robo de Identidad también opera a través de las fronteras y continuará persiguiendo y procesando a los ladrones de identidad aquí en Manhattan y en todo el mundo", dijo el fiscal.

Los skimmers de tarjetas han sido una forma estándar de robar datos de tarjetas de débito y de crédito durante años, pero la innovación de añadir una interfaz de Bluetooth le permitió a la banda criminal recopilar datos sin tener que retirar los dispositivos. Esto podría explicar por qué el ataque parece haber pasado desapercibido durante tanto tiempo, a pesar de que los skimmers fueron insertados en un pequeño grupo de cajeros automáticos.

El segundo aspecto interesante de este crimen es que los delincuentes supuestamente los colocaron en cajeros automáticos no bancarios, generalmente monitoreados por cámaras de televisión de circuito cerrado, sino en las estaciones de gasolina, que están menos protegidas.

Ataques bancarios físicos, como el de este tipo, pueden parecer un tipo de delincuencia ya olvidado. El año pasado, varios bancos en el Reino Unido casi fueron víctimas de ataques que utilizaban dispositivos KVM equipados con tarjetas inalámbricas. Probablemente el crimen de cajeros bancarios más ingenioso de los últimos tiempos fue el de la banda de San Francisco, que fijó las teclas de 'enter', 'cancel' y 'clear' de tal forma que permanecieran presionadas, como una forma de engañar a los usuarios para que abandonaran sus tarjetas en los cajeros automáticos justo después de que haber tecleado el número PIN.