El hombre de Pensilvania se entrometió en redes de computadoras y ofreció vender credenciales de inicio de sesión.

Un hombre de Pensilvania, que presuntamente era miembro de un grupo de crackers de una agencia de inteligencia clandestina (UIA, por sus siglas en inglés), se declaró culpable de un cargo de conspiración y dos cargos de intrusión informática, anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Andrew James Miller, 23 años, de Devon, Pensilvania, se declaró culpable en la Corte del Distrito de Massachusetts. Él y otros crackers conspiraron para instalar puertas traseras en varias computadoras y vender el acceso al usuario root, según documentos de la corte.

De acuerdo con documentos de la corte, entre 2008 y 2010, Miller obtuvo acceso a computadoras de un proveedor de red de telecomunicaciones de Massachusetts, una agencia publicitaria y del Departamento de Energía de Estados Unidos. Posteriormente, ofreció en chats en línea, vender credenciales de acceso a dichas redes de computadoras en mil dólares, según la acusación presentada en la Corte de Massachusetts.

Está previsto que Miller será sentenciado el 19 de noviembre. La pena máxima por el cargo de conspiración es de cinco años de prisión.  Una de las intrusiones hechas por Miller conlleva una pena máxima de 5 años de prisión y la otra, que ocasiona daño intencional a una computadora privada, implica una pena maxima de 10 años.