Según un nuevo estudio del instituto Ponemon, ahora las empresas clasifican los riesgos de seguridad cibernética por encima de los desastres naturales y otros principales riesgos de negocio. Mientras que hoy en día solo el 31% de las empresas se encuentran aseguradas, hay un número creciente de compañías explorando estas políticas. Esto indica un mayor apetito por la protección financiera como consecuencia de una infracción.

Las compañías encuestadas reconocen el potencial impacto financiero asociado con las brechas de seguridad. El 56% que tenía brechas reportó que en los últimos 24 meses el costo promedio de esos incidentes fue de 9.4 millones de dólares.

Sin embargo, esos costos únicamente representan una fracción del promedio máximo financiero expuesto de 163 millones de dólares que las compañías encuestadas creen que sufrieron debido a ataques cibernéticos.

Las fugas de datos impactan a un gran número de equipos de TI con el rápido incremento del panorama de las amenazas y el número de violaciones de datos, por lo tanto las preocupaciones sobre cómo gestionarlos ha ido mas allá de los equipos de TI a otras partes importantes de las organizaciones.

Muchas de las compañías se dan cuenta que los incidentes de seguridad crean riesgos financieros significativos que deben ser gestionados como otros importantes riesgos de negocio. De hecho, los encuestados cuantificaron el promedio máximo del riesgo financiero de una fuga de datos en 163 millones de dólares, con algunos proyectando más de 500 millones de dólares en daños. 

• De acuerdo al 76% de los encuestados, las rupturas de seguridad son igual o más grandes que los desastres naturales, los incendios, la interrupción de un negocio, etc.
• En promedio, los encuestados dicen que hay un 9% de probabilidad de que su empresa experimentará el impacto financiero máximo previsto durante una fuga de datos. Éste es un número pequeño, pero significativo en comparación con otras áreas que están aseguradas con regularidad.