Un nuevo reporte del Ministerio del Interior de los Estados Unidos encontró que el número de crímenes cometidos contra los establecimientos comerciales grandes y pequeños disminuyeron significativamente en los últimos 10 años, de 21.5 millones en 2002 a 7 millones en 2012.

Sin embargo, el reporte excluye el cibercrimen y Daniel Beazer, director de estrategia en lacompañía de almacenamiento seguro en la nube, FireHost, hizo los siguientes comentarios:

Si se toman en cuenta lo nuevos nichos de delitos que aparecieron en los últimos 20 años, haqbrá de qué avergonzarnos en las estadísticas del crimen, al mostrar un aumento del 50%. Sin embargo, un reporte del crimen en el cual no se incluye el cibercrimen es como un estudio del deporte que elige ignorar al fútbol.

Incluso, si la encuesta toma en cuenta ciberataques, probablemente no muestren una imagen real. Las encuestas y estadísticas de crímenes, por definición, sólo cubren los que son reportados, la mayoría no se denuncian.

Si el sitio principal de comercio electrónico de un banco sufrió DDoS, o si los datos de sus proveedores son robados por una inyección de SQL, generalmente no escuchamos de ello por razones comerciales obvias. Esta es una razón por la que el negocio está presionando contra los planes de Estados Unidos para la notificación proactiva del incumplimiento con relación a datos personales.

No se trata de dramatizar los ciber riesgos, por supuesto tampoco hay que restar importancia a la posibilidad de un ataque, es sólo que no podemos continuar separando los actos físicos de crimen de los delitos graves realizados en línea. Puede ser fácil leer que la tasa de crímenes ha bajado, pero, ¿eso realmente beneficia a alguien-

No podemos tener relegado al cibercrimen, los costos de los ataque es línea justo ahora son más grandes y más probables. Actitudes irreflexivas contra el ciber crimen, pueden provocar negligencia para tomar las precauciones necesarias en línea. Los reportes del gobierno deben procurar que sus lectores sean más vigilantes, no menos, los que desafortunadamente llevarí a lograr el efecto contrario.