El gobierno conservador niega rotundamente que agencias de espionaje canadienses estén llevando a cabo alguna operación no autorizada de espionaje electrónico.

Después de enfrentar cuestionamientos del Nuevo Partido Demócrata de oposición acerca de qué tanta libertad se le ha otorgado a la principal agencia de espionaje de Ottawa, el Ministro de Defensa del partido conservador, Peter MacKay, contestó: “Nosotros no tenemos como objetivo a compatriotas canadienses.”

Un antiguo Procurador General Liberal dijo que la respuesta de MacKay no quiere decir que otras agencias aliadas no recolecten información de canadienses y no la compartan con la Agencia canadiense de espionaje.

El miembro del parlamento liberal Wayne Easter, que fue responsable de la agencia de espionaje de 2002 a 2003, dijo que en la época posterior al incidente 9/11 de las torres gemelas, era común para los aliados canadienses intercambiar información acerca de ciudadanos a los que estuvieran autorizados, pero en Ottawa no fue así.

La práctica fue, en efecto, una puerta trasera para que la información sensible fuera, no con el gobierno, pero si con el Establecimiento de Seguridad de las Comunicaciones Canadiense (CSEC por sus siglas en inglés) y, de ser necesario, con el Servicio de Inteligencia y Seguridad Canadiense (CSIS por sus siglas en inglés).